domingo, 30 de mayo de 2010

Surrealismo- Cadáver exquisito




Tal vez si escuchas por primera vez a estas dos palabras unidas: cadáver exquisito, te asombrarás e incluso a algunos les podría causar cierto nivel de repulsión.
Pensar en un cadáver y que además es exquisito nos puede llevar a pensar en cierto grado de canibalismo o incluso de salvajismo, pero la verdad que es que no hay nada más lejano de esto encerrado en estas dos palabras que unidas forman un significado totalmente diferente.
Si nunca antes escuchaste hablar sobre un cadáver exquisito, tal vez es necesario que te comente que el cadáver exquisito está ligado a las artes, en este caso a varias ramas, tanto el arte literario como al arte gráfico.
Un cadáver exquisito no es otra cosa que una obra de arte colectiva, y que sigue una serie de reglas que hay que seguir para llegar al resultado que se quiere tener, en ese caso entonces podríamos decir que además se trata de un ejercicio de arte colectivo.

Su nombre originario, en francés, dado por los surrealistas, grupo que lo inventó, fue cadavre exquis y en sí tiene sus orígenes en el año 1925, tomando la base de un antiguo juego de mesa llamado “consecuencias”, en el cual los participantes debían escribir sobre un papel que se doblaba para ocultar lo escrito, luego otro jugador pasaba a escribir y así sucesivamente.
Claro que luego esta base del juego pasó a tener connotaciones ligadas a lo artístico e hizo su paso también por las artes gráficas, pero lo cierto es que alrededor del juego había toda una serie de principios que debían ser cumplidos. Por ejemplo, se decía que el arte debía ser automático y colectivo y además, se cree que en muchas ocasiones se incitaba a los artistas que formaban parte de este ejercicio de arte colectivo que estuvieran bajo los efectos de sustancias que pudieran generar en ellos el estado de semiinconsciencia e incluso también se habló de casos en los que se creaba este arte en sesiones de hipnosis.


Los principales exponentes del cadáver exquisito fueron los surrealistas Robert Desnos, Paul Éluard, André Bretón y Tristan Tzara, y en el mundo de las letras hispanas, los principales exponentes fueron Federico García Lorca, Vicente Huidobro, Pablo Neruda, Nicanor Parra, entre otros.

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