lunes, 3 de mayo de 2010

El vino con la noche.- Nicolás Heredia

El vino con la noche.

-El vino con la noche, señor. La perrada estaba rabiosa. Parece que venía solo.
No traía cabresto. El tobiano,como entrenado, estaba.
-Tenia cara de bravo, como esos baguales que bajan del monte. ¿Vió?
-Traía un poncho moro que le llegaba hasta las patas. En sus ojos tenía como un refusilo.
-¡lo hubiera visto señor!
-Dijo que venía de la federación obrera, que había una huelga en el territorio y que necesita víveres y agua.
-Temblaba como una hoja. ¡Yo creo que estaba enfermo, el hombre!
-También dijo, que nosotros éramos unos agoreros y explotadores, que le entreguemos la plata o nos va a fusilar.
-Yo le dije que nosotros somos unos pobres gringos, la segunda generación en estas tierras.
-Mi padre, vino de las islas, el mismo levantó piedra por piedra este rancho.
-Que no tenemos ningún peón en la estancia. ¡Que somos pobres, señor!
-Pero el matungo estaba rabioso. No me dejaba de apuntar con el arma, ¿vió?
-Yo en la primera que pude, saqué el revolver, le disparé.
Creo que ahí cayó. ¡Cuando abrió la mano ahí recién lo vi!
-Su arma no tenia balas.
-Yo no sabia, señor…

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