martes, 30 de noviembre de 2010

Agua en el desierto- Antología del Taller




Proximamente saldrá a la luz la 1° antología del taller Infanto -Juvenil Los Papeles del Koshkil.

Se titula AGUA EN EL DESIERTO, y es para mí como coordinadora y para los chicos como talleristas, un momento culminante del trabajo que encaramos en el mes de marzo. En un tiempo histórico donde el hecho de que los chicos lean, escriban y se expresen libremente parece una utopía, estos niños demuestran con talento, que es posible soñar con utopías reales.
Los “enanos” o los “piojos” como cariñosamente los llamo,se han ganado un lugar en el campo literario de la Patagonia, y ahora, en la próxima etapa de nuestro taller, será momento de mostrar en el resto de la Patagonia- y del país por qué no- lo que escriben nuestros chicos. Hemos sido invitados a participar del prestigioso evento bi nacional Esquel Literario en el mes de mayo de 2011, donde desarrollaremos actividades comunitarias, lecturas, talleres, presentación de nuestra antología, etc...
Como coordinadora me siento honrada de tener estos talleristas, y por este medio quiero decirles “Gracias chicos” por brindarme la ocasión de compartir con ustedes unas horas, un tecito, la vida. Gracias...



Té a las cuatro

A Valentina, Mechi, Ioan y Jael

 
El verano inminente
se llena de flores amarillas.
Es la infancia
perdida y recobrada
en las pecas de mis niños.
Tomamos el té
como sombrereros locos
liebres de marzo, alicias y conejos.
Reímos y ellos se engañan
con la idea del que yo les enseño algo.
Al revés.
Ellos hacen magia y curan
-sin saberlo- mis heridas.

Claudia Sastre

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Textos policiales de los chicos sobre las bolitas

Evidencias
La consigna era que en base a las hipótesis que planteaba Dolina en su texto "La decadencia de la bolita", debían construir un personaje, que a modo de investigador privado iba develando los siguientes enigmas:
1. Quién tiene los 50 000000 de bolitas perdidas?
2. Dónde las esconde?
3. Quienes son las fabricante?
4. Qué tienen las bolitas adentro?

Estos son los textos producidos

Evidencias- Texto de Valentina


Era la señora investigadora más famosa de Puerto San Julián: Melisa Campos.

Un día, ya cansada de resolver casos de drogas y esas cosas de robos, se puso a pensar en algo realmente importante para la gente de otros tiempos. Empezó yendo a una café y se encontró con un anciano. Se sentó con el y le hizo la única y más elaborada pregunta de todas: ¿Cuál fue el juego favorito de tu infancia?

El viejo respondió:

_ La bolita.

Melisa lo miró intrigada y se levantó a otra mesa, donde charlaban tres ancianas. Y Melisa volvió a elaborar la pregunta y las ancianas respondieron a coro:

_ La bolita.

Melisa, se fue del café y mientras caminaba pensaba en el juego de la bolita y se empezó a preguntar si realmente había desaparecido aquel juego.

Empezó a recorrer las escuelas, pero se daba cuenta de que ya nadie jugaba a ese juego. Entonces decidió hacer una súper investigación sobre el enigma: LA BOLITA

Volvió a su oficina y empezó a sacar cuentas sobre las bolitas y se dio cuenta de que había 500 millones de bolitas en el país. Así que decidió ir a la Casa Rosada para hablar con el presidente del momento. Con el se dieron cuenta que el juego de la bolita era un misterio para resolver. Melisa le pregunto si sabía donde se encontraba la gente fabricante de bolitas. El presidente pensó y pensó y finalmente obtuvo la respuesta:

_ Creo que en Catamarca hace unos años cerro una fabrica de bolitas. Me puse a pensar Melisa, y sabes que me empezó a interesar este misterio de las bolitas. Así que mañana te vas en el vuelo de las 10:30hs de la mañana a Catamarca y cuando vuelvas te haré una entrevista para ver que averiguaste.

_ Me parece perfecto, ah y antes de que lo olvide presidente ¡Muchas gracias!

Al día siguiente Melisa estaba con su escaso equipaje en el aeropuerto de Buenos Aires. El avión llegó, y en tres horas y media se bajaba en el aeropuerto de Catamarca.

Busco alojamiento, dejo sus cosas y se fue a la ciudad con su libreta y lapicera.

A la primera persona que encontró, fue a una anciana leyendo el diario en la plaza central.

Y le pregunto:

_ Buenas tardes, ¿Sabe usted donde se encuentra la vieja fabrica de bolitas?

_Ah, la fabrica de bolitas, si si la recuerdo, hace mucho que no juego a la bolita. Pero si, la fábrica se encuentra, en la ruta al final final de la ciudad.

_ Gracias señora ¿Sabe como puedo llegar?

_ Y bueno ahora pasa un colectivo a las seis en punto, solo faltan diez minutos.

_ Gracias, lo voy a esperar.

Pasados los diez minutos, Melisa se subió al colectivo y espero mas o menos, una hora y media y bajo en la ultima parada. A unas cinco cuadras se veía la fabrica, sola, bacía y vieja. Se acerco lo más rápido que pudo, casi corriendo. Era verano, aún había luz y hacía calor.

Cuando llegó, supo que no conseguiría ninguna pista ahí en ese lugar, pero no fue así, porque Melisa era muy curiosa y quiso entrar a la fábrica. Y en el suelo de la fábrica halló en un pocito una bolita mediana, las denominadas: “Lecheras”.La alzo, la examinó y la guardó como evidencia. Siguió observando todo, y en una de las paredes, había un gran cartel que decía: “No sabemos que pasó con las bolitas pero los fabricantes se mudaron a San Juan”

Melisa enseguida comprendió que su viaje no terminaría ahí, sino que continuaría en la siguiente parada de: San Juan.

Siguió recorriendo la vieja fábrica, pero no consiguió ninguna pista más. Pero si, que haría analizar la bolita para averiguar cuantos años tenía y de que estaba hecha en el centro.

Estuvo solo una noche en el hotel. Al día siguiente, a las 19:00hs, se encontraba en el aeropuerto de San Juan, y seguía en busca de hospedaje. Al alojarse, fue a mandar a hacerle estudios a la bolita. Luego recordando el mensaje de la vieja fabrica de bolitas de Catamarca, que decía: “No sabemos que pasó con las bolitas pero los fabricantes se mudaron a San Juan” Trato de interpretarla y llegó a la conclusión de que pudo haber ocurrido un problema con las bolitas y desaparecieron. En ese momento se le vino a la cabeza, las siguientes preguntas: ¿Dónde se encuentran los 500 millones de bolitas del país? ¿Quién las tiene?

Era un enigma a averiguar.

Luego, caminando por la ciudad, con preguntas a la gente, trato de averiguar quienes eran los fabricantes de bolitas que se mudaron de Catamarca a San Juan.

Primero intentó con una señora apurada.

_Disculpe señora, ¿me diría si conoce a alguno de los fabricantes de bolitas?

L a señora la miró raro y siguió caminando.

Luego intentó con un anciano esperando el colectivo y le volvió a hacer la pregunta, que le hizo la señora anterior y el anciano respondió:

_Si me acuerdo de cinco de ellos, dos son hermanos y cuatro amigos y el ultimo, no se si es algo de los cuatro.

_ Gracias, y ¿Sabe donde los puedo encontrar?

_ Se nomás, el de Julio Rozo, vive en el centro de la ciudad, a unas, mmm..., dos cuadras a la derecha del banco Nación. El te va a ayudar.

_ Muchas gracias, respondió Melisa.



La investigadora, se dirigió al centro, fue hasta el banco para tomarlo de referencia. Al lado del banco había una confitería, y Melisa pensó: Mejor como algo antes. Y se decidió por entrar y pedir algo. Al salir de la confitería, mientras se acomodaba la cartera, pasó rápidamente un hombre, la tomó del brazo y corrió con Melisa. Ella no entendía nada. Se metieron en el banco. Melisa comprendió al fin, era un asalto, se encontraba en el medio del banco, no gritaba, el hombre, más bien anciano la tenía del brazo y le apuntaba con la pistola, Melisa no era miedosa, pero que le apuntaran con una pistola no era nada bueno.

El hombre pedía dinero y amenazaba con matar a Melisa.

Cuando el hombre obtuvo lo que quería, salió rápidamente y con Melisa. La llevó una cuadra más. Soltó a Melisa y le pidió que no lo delate, la investigadora asintió con la cabeza.

Pero antes de que el hombre huyera, Melisa le hizo una pregunta:

_ ¿Cómo es tu nombre?

_ ¿Me delataras?

_ No…

El hombre confío en ella y respondió:

_ Federico Mozo.



Luego de este episodio Melisa fue al hotel, ya no tenía tiempo de otras cosas.

Al día siguiente, fue a desayunar. Al terminar de desayunar, se decidió por ir a ver a Julio Rozo. Siguió las indicaciones que tenía y llego a una casa, muy linda por fuera. Toco la puerta. Atendió un anciano, que le costaba mucho caminar. Y le pregunto:

_ ¿Esta Julio Rozo? Soy Melisa Campos, investigadora.

_ Si, soy yo ¿Qué busca?

_ Necesito ayuda sobre… Las bolitas.

_ ¿Bolitas?

_ Si… me dijeron que usted era fabricante.

_Hace mucho, pero ven puedes pasar.

_Gracias.

Entramos a la casa, sirvió té y me dijo:

_ ¿Qué quieres saber?

_Hace unos días, me empecé a preguntar, sobre este juego de las bolitas, y me di cuenta de que ya nadie juega a eso, que hace varios años que no había visto jugar a nadie, y también se que en nuestro país hay 500 millones de bolitas pero… ¿Quién las tiene?

_ Yo te puedo ayudar, primero, ¿Leíste el cartel de la fábrica de Catamarca?

_ Si lo leí.

_ Bueno, prosigo. La fabrica cerro porque se descubrió, que era lo que usábamos para rellenar las bolitas.

_ ¿Y que era?

_ Era…bueno, era la sabia de un árbol muy exótico en nuestro país, así que debíamos sacarlos de otro país, Brasil. Pero resulta que en Brasil no sabían que los sacábamos de su país.

_ Pero ¿Qué clase de árbol era?

_ Era un árbol muy raro, que en Argentina hay muy pocos, pero su sabia, es, es, tiene el poder de hacer perder la memoria. Es muy importante. Y a su sabia transparente, le poníamos colorantes y rellenábamos las bolitas.

_ Ahora bien, ya se que llevan adentro las bolitas pero… ¿Qué paso luego?

_ Ah, bueno luego nos descubrieron, supieron que robábamos los árboles exóticos de otro país y tuvimos que cerrar la fábrica. Y nos mudamos aquí para proteger nuestra identidad.

_ ¿Qué paso luego con las bolitas? Porque según el cartel de la fábrica de Catamarca decía que “No sabían que había pasado con las bolitas…”

_ Y si… eso no se bien, porque primero se las habían quedado los hermanos, pero al tiempo descubrieron que las había el traidor de Federico Mozo.

Enseguida Melisa se puso nerviosa al recordar quien era aquel hombre. Así que se despidió rápidamente y se fue a pensar un poco a la plaza, cuando justo en ese momento se le sienta Federico Mozo a su lado y le dice:

_ ¿Te puedo ayudar en algo por no delatarme?

Melisa sorprendida por la pregunta respondió:

_ Si necesito algo.

_ Bueno dime.

_ ¿Dónde están las bolitas? dijo Melisa acusadora.

Federico se puso nervioso, pero como prometió, debería ayudarla.

_ Eh eh, bueno, si yo las tengo ¿Pero como lo sabes?

_ Me contaron por ahí, respóndeme. le exigió Melisa.

_ Bueno, bueno, las bolitas se encuentran en mi casa, en el bosque de Misiones, bajo tierra.

Muy asombrada Melisa respondió:

_ ¿Para que las quieres?

_ Bueno, no te imaginaras que me gusta jugar a la bolita, pero con mi nuevo empleo de ladrón, necesito la pócima para hacer que mis victimas se olviden de todo lo vivido, y no me delaten.

En ese instante Melisa recordó, que tendría una entrevista con el presidente apenas terminara la investigación. Entonces al darse cuenta de que estaba junto a una acecino, apretó su libreta, donde contenía todo lo averiguado, y tenía decidido irse al aeropuerto para ir a hablar con el presidente. Pero fue muy tarde, ya que Federico había averiguado los planes de Melisa y la tomó del brazo y le inyecto la sustancia de las bolitas en el brazo, y le dijo:

_ En unas 24hs surtirá el efecto y no podrás delatarme.

Entonces Melisa, fue muy rápidamente en un taxi al aeropuerto, consiguió un vuelo y se fue hasta Buenos Aires.

En unas pocas horas ya había llegado a destino. Intento llegar a la Casa Rosada pero el presidente estaba demasiado ocupado y la hizo esperar hasta tarde. Cuando volvió más tarde, el presidente la atendió amablemente y Melisa sabiendo que sabía que le quedaba poco tiempo le dijo:

_Terminé la investigación.

_ Cuéntame, cuéntame.

Melisa abrió su libreta para recordar y empezó:

_Bueno, bueno, las las bolitas…

Y Melisa cayó desmayada y seguramente sin memoria, dejando como única evidencia su libreta.



¿Quién las tiene? Parte 1 Texto de Ioan

Soy Ioan Holmes y soy un detective, y después de terminar con el tráfico de drogas en México, Nicaragua y Cuba, me llamaron desde la Municipalidad de Puerto San Julián para investigar quién tiene las bolitas. Viajando en tortuga (imaginen qué rápido que llegué) para no gastar plata (eso significa que aunque terminé con el tráfico de drogas en 3 lugares no me pagaron) pensaba... ¿Quién tendrá las bolitas y dónde las tendrá? Hasta que me encontré con un señor jugando a la bolita imaginaria (significa que estaba jugando sin la bolita, lo que me parece imposible e incomprensible así que ahhhhh, me duele la cabeza de tanto pensar, mejor sigo contando) y fui a preguntarle:
-¿Qué hace? (dije yo)
-Juego a la bolita (dijo él)
-¿Con qué bolita? (le volví a preguntar)
-Con ésta, ¿no la ve? (agarró aire con la mano)
-Señor, tengo que decirle con todo gusto, que usted es un loco (le dije con poco gusto).
-No, la verdad el presidente Pera Alta quiere que finjamos que jugamos a la bolita mientras él las destruye (me dijo triste)
-¿Qué cosa? ¿La decencia? Porque si es eso es un profesional...
-No, nuestras bolitas (muy triste 2)
-¿Por qué?
-Porque a el no le gustan (muy triste 3)
-¿Y dónde las tiene?
-En su piscina, en la piscina de sus peces y en su pieza (me dijo trist... bueno, mejor lo dejo de decir)
-Bueno, en cuanto sepa que eso es verdad, haré algo, no me arriesgaré a que tu seas un loco (le dije y me marché)
No mucho mas tarde pasé por el kiosco y algo raro pasó, pedí unas mentitas para almorzar (porque como ya saben, no me pagaron absolutamente nada), y el kiosquero me dijo “bolitatep” repetidamente, así que me llevé las mentitas (porque tenía hambre) le dejé la plata en la mesa y me largué de ese lugar, pero en cuanto salí, vi salir un montón de zombies, aunque luego me di cuenta que era gente vestida de zombie para ir a un recital de Death Metal (igual habían unos poseídos que si te atrapaban te hacían escuchar Hannah Montana)
-NOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!! IOAN HOLMES!!!
-¡Psst!, ¡Aquií! (Susurró un desconocido, y no dudé en ir allí); Me llamo
Soy Un, me apellido Tonto.
-Juajuajuajuajua!!! ¿Soy Un Tonto? ¿A quién se le ocurre ese nombre? Jajajajaja... ehmm... mejor que sea más respetuojajajajajjajaj... bueno, esta vez va en serio, voy a seguir con el tema. Guíeme con el fabricante de bolitas (le dije aguantando la risa).
-Un rato después.
-¿Por qué me trajo a la casa presidencial?
-Porque aquí se fabrican las bolitas que contienen droga adentro y se usan para venderlas en drogadolibre.com (me dijo él, que para tener un nombre ridículo me proporcionó una información más que importante).
-¿Y quién las fabrica?
-Los mafiosos y Pera Alta; aunque la verdad no hay por qué separarlos...

O sea que este es un caso de bolitas desaparecidas, tráfico de drogas con mafiosos y un presidente corrupto involucrado.
Cuando hice la denuncia los policías tardaron 3 meses en llegar, pero para ese momento ya se habían ido todos y me trataron de loco y mandaron a mas de mil policías en mi búsqueda.

Continuará...



¿Quién las tiene? Parte 2: Viaje a África

Hola, soy yo otra vez, pero ahora estoy en un basurero escondiendome de la policía OH, Miren, un chicle, solo esta un poco mordido! Genial! Qué? Qué hay aquí? Oh, una tarjeta de crédito del South Africa Bank a nombre de Pera Alta!
(3 horas después...)Ayyyy no entiendo que significa esto; ¡Ah, ya sé están en Londres, Oh noo, espera, en Sudáfrica; si, en Sudáfrica!! Oh, el basurero se esta cayendoooooooahhhhhhhhhmecaigoooooooo!!! (PLUM)
....
-Puajjj, un gato muerto con... ¡Lecheras!, muy parecido a el pescado de El Padrino (la película). Espera, esto tiene una etiqueta (aunque sea un gato real se la pegaron a la cola) que dice: “El Tío manda” ; oh miren que les parece, llegué al aeropuerto, y gratis, ahora me voy a hacer pasar de sobrecargo noqueando a uno y poniéndome ésta peluca.
-Lalalalala (dijo un sobrecargo)
Thump! (golpe y noqueo)
-Ahora me visto con su uniforme y entro.
-Hola Carl; aguarda un segundo, no eras hombre (me dijo una azafata)
-(Oh no, me van a descubrir!) Ehmmm, No (respondí con voz afeminada
-Ok, Entra!
-(secándose la frente y suspiro) menos mal que era una tarada...
Ya en África me encontré con un hombre y le dije :
-Do you speak English?
-Ajalaba (no sé que carajo significaba)
-Okay
Luego encontré un loro (esta vez estaba vivo) con una etiqueta que decía:
Animalandia (luego comprendí que era una veterinaria, ya que estaba frente a ella). Así que entré y estaban matando animales para esconder bolitas en ellos para traficar drogas, obviamente; como si los enterraran pero no, se los daban a los compradores, luego los tiraban al Riachuelo de Buenos Aires (por que ahí se tira todo) y así le robaban el descanso eterno a los animales. También me percaté de que se me había escapado el loro.
Al descifrar todos los misterios de ese caso, arrestaron a todos los involucrados, y, como es costumbres no me pagaron ,así que me volví, ya no en tortuga (tambíen se me escapó), sino en cucaracha (porque, como verán, mi presupuesto no da para más) comiendo gomitas que encontré en el piso rodeadas de gusano y escupitajos, me alejé, ahora no cual un antihéroe, sino como un súperantihéro (o sea que recibí un ascenso) solo, pero satisfecho.



FIN, o no?