miércoles, 9 de junio de 2010

CONCURSO LITERARIO PARA NIÑOS Y JÓVENES




CONCURSO LITERARIO PARA NIÑOS Y JÓVENES
Lanzan la segunda edición de “Quiero ser Escritor”

La Casa de la Cultura de la Municipalidad de Puerto Madryn, en el marco del Bicentenario lanzó la segunda edición del concurso literario “Quiero ser Escritor”, la convocatoria para inscribirse está abierta hasta el 8 de julio.
Los géneros de escritura son poesía y cuento, quienes pueden participar son niños de 9 a 13 años y jóvenes de 14 a 18 años. La extensión de los trabajos es libre y el tema de escritura es “Argentina y sus doscientos años”.
Ambas categorías –niños y jóvenes- concursan por el primer premio que será una cámara digital, un diploma y libro y el segundo premio un reproductor de MP3 y/o MP4, un diploma y libro. Asimismo, habrá una mención especial con diploma y libros.

Presentación de los trabajos

La obra deberá ser presentada en sobre cerrado, con nombre de la obra, seudónimo, categoría (“N” o “J”) y género (cuento o poesía). Además de la obra, el sobre deberá contener un sobre más pequeño con los datos personales: nombre y apellido, domicilio, edad, escuela, año al que concurre, teléfono y correo electrónico.
Los trabajos deben entregarse en la Casa de la Cultura, ubicado en Roque Sáenz Peña 86. Para consultas pueden comunicarse telefónicamente con la coordinadora del concurso Silvia Castellón al 472060 ó 15324764, o bien solicitar informes por correo electrónico a paralelo_42@hotmail.com

1 comentario:

  1. Estilo del hombre solo
    Yacía el poeta muerto desde la obscuridad sin vela, solo. Fue una noche alargada por las sombras de piedras negras y azules. La noticia del fallecimiento de Bustriazo Ortiz enlutó la ciudad lagunera que una vez más en torno al “penca” debe esperar, como si el universo del vate fuera siempre intrincado, primero su obra que se desentierra a cuenta gotas, una vasta obra inédita que se espera, y luego este estilo de despedida con sabor amargo.
    Poco menos que un centenar de personas (familiares, amigos, escritores, músicos, artistas plásticos y políticos, periodistas entre otros) aguardaba la llegada del cortejo silenciado en la mañana tan fría. La carroza fúnebre se detuvo frente a la entrada del viejo cementerio y del único carro acompañante bajó la enfermera y esposa de Bustriazo, Lidia Hernández, quien no pudo esquivar las miradas de todos los presentes, y fue la grandeza del poeta Edgar Morisoli quien ofreció no sólo su saludo respetuoso a la viuda sino que también tendió y selló sus manos al levantar una de las manijas del ataúd que transportaba los restos del poeta nochernícola. ¡Hay que aplaudirlo! sugirió alguno de los presentes y un tibio aplauso cortaba el aire rancio del momento incómodo acompañando la caminata lenta y pausada hacia la despedida postergada.
    Las callejuelas que crujían amarillas en la arquitectura funeraria del camposanto, entre bóvedas y panteones, surcaban el drama del adiós a Bustriazo. La congoja se advertía aferrada a la poesía que intentaba adivinar el aura que se irradia, un saludo atragantado se disparó al aire con lágrimas de salpicaduras y los abrazos se cruzaban sinceros mientras una cripta tan alta como el cielo escondía al poeta que se transmutó junto a un ramillete pampa de flores diminutas que depositaron como ofrenda lírica.
    “Oh apartad sus huesos de ese carro común,
    está volando la mañana sobre las alas de su edad
    y hay cien cigüeñas que se posan sobre la mano derecha del sol” (Dylan Thomas)

    Tal vez deberíamos pensar que no fue una despedida y esperar en sigilo la catalepsia de la poesía pretérita que se desentierra de Bustriazo que espera vivir, más allá de todo.
    “Cuando la arena violeta
    entierre todos mis huesos,
    una calandria bardina
    vendrá a llevarse mis sueños”. (Estilo 9 Del Hombre Solo de Aura del Estilo J.C. Bustriazo Ortiz)

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